La sede de obrado de las romanas es Madrigueras, pueblo de la comarca de la Ribera del Júcar, uno de los centros más importantes de España (llegaron a ser 36 romaneros) hasta hace unos años. Hoy quedan solamente dos artesanos, habiendo el resto cambiado su labor por la de fabricación industrial de cuchillos, y existe el riesgo de desaparición.
La romana de Madrigueras tiene su tipo propio, ya que posee el pilón libre y va colgado. Suele tener dos ganchos en diferente lado de forma que el brazo de la palanca varía en uno o en otro y, por lo tanto, la capacidad de medida, abriendo así las posibilidades de poder pesar muchos kilogramos o pocos gramos.
Se construyen en varios tamaños, que van desde las de cinco kilogramos hasta las de veinte arrobas. En la medida de mercancías pesadas es muy característica la estampa de dos hombres que sostienen sobre los hombros un fuerte palo del que cuelga la romana que se va a utilizar. Si la mercancía es menuda, se utiliza un plato metálico.
Hoy se siguen haciendo manualmente, pero se han introducido las novedades del empleo del motor y de la fabricación en acero inoxidable.